Este lunes se lanzó públicamente el Frente por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos, un nuevo espacio de articulación sindical y social que reúne a más de 150 organizaciones. El anuncio se realizó durante una conferencia de prensa en la sede de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), con una fuerte presencia gremial y un mensaje claro: mañana se movilizan contra el plan económico del gobierno.
La convocatoria es para este miércoles 25 de junio a las 12 hs, con concentración en Sarmiento y Carlos Pellegrini, en el centro porteño. Desde allí marcharán al Ministerio de Desregulación del Estado, ubicado sobre Diagonal Norte, frente a Plaza de Mayo. El objetivo: denunciar las políticas impulsadas por Federico Sturzenegger, señalado como uno de los principales responsables del plan de desregulación, ajuste y privatización en curso.
Los dirigentes apuntaron especialmente a la ofensiva contra el salario, las condiciones laborales y las empresas públicas. También hubo críticas solapadas a la conducción actual de la CGT, a la que acusan de no dar respuesta ante el avance del ajuste.
“No se puede hablar de paz social mientras se congelan salarios, se recortan derechos y se persigue la protesta”, expresó Rodolfo Aguiar (ATE).
“Este frente nace para resistir, pero también para construir un nuevo modelo”, afirmó Abel Furlán, titular de la UOM.
Además de la CATT y la UOM, participaron sindicatos aeronáuticos, marítimos, portuarios, camioneros, estatales, aceiteros, trabajadores del subte, de vialidad, de prensa y de la economía popular. Entre ellos: SiPreBA, FATPREN, CTA Autónoma, UTEP y la Federación Aceitera, entre otros.
La ATE anunció un paro nacional de 24 horas, mientras que SiPreBA realizará un cese de actividades en medios públicos. También se prevén interrupciones parciales en el transporte durante la jornada.
La movilización de este miércoles marca el debut público del nuevo frente sindical, en un contexto de fuerte tensión social, empobrecimiento y crisis política. Para muchos de los dirigentes presentes, la disputa por la calle vuelve a ser central frente a un gobierno que avanza con reformas regresivas sin consensos democráticos.